TIENE
QUE HABER
Tiene
que haber un despertador, un grito de alerta en la mesilla de las conciencias
dormidas o resignadas.
Una
ventana abierta que sólo te sirva para mirar al cielo o ver a tu vecina tan
guapa como siempre.
Un
lugar donde los poemas no sean poemas, ni rimen, ni emocionen, ni hablen de
amor, ni de cadencias, mientras haya un solo hombre que no sepa leer.
Tiene
que haber un lugar donde el hombre y el hambre no duelan.
Donde
nadie tenga únicamente la esperanza del más allá porque este sea un lugar
agradable para seguir viviendo.
Tiene
que haber un lugar donde el hoy por ti y mañana por mí vuelva a cobrar
significado.
Un
lugar donde las ilusiones de los enamorados no sean pompas de jabón.
Tiene
que haber una fiesta donde los amigos no sean sólo un traje de quita y pon.
Tiene
que haber una noche bruja que le ponga a
dormir a la avaricia.
Tiene
que haber un amanecer donde los ideales despierten
del sueño de los justos.
Tiene
que haber una oficina siempre abierta, donde se respeten los derechos humanos y
primen sobre los intereses mercantiles
Tiene
que haber una papelera, grande como un mar, para tirar los miedos, las cadenas,
las mentiras, las envidias que llueven las nubes del infierno.
Tiene
que haber un tren que se lleve a los ególatras, los hipócritas, los tramposos,
los crueles, los violentos, los necios, los tercos, los obtusos, los colmillos
retorcidos del diablo.
Que se
queden, los amantes, los distintos, los alegres, los honestos, los sinceros,
los valientes, los despiertos. Los que levantan , los que siembran, los que
construyen puentes. Los que queremos.
Tiene
que haber un lugar, tan lleno de poesía, que tendremos que dejar de soñar para
encontrarlo.
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