jueves, 24 de julio de 2014

TIENE QUE HABER.

TIENE QUE HABER

Tiene que haber un despertador, un grito de alerta en la mesilla de las conciencias dormidas o resignadas.

Una ventana abierta que sólo te sirva para mirar al cielo o ver a tu vecina tan guapa como siempre.
Un lugar donde los poemas no sean poemas, ni rimen, ni emocionen, ni hablen de amor, ni de cadencias, mientras haya un solo hombre que no sepa leer.
Tiene que haber un lugar donde el hombre y el hambre no duelan.

Donde nadie tenga únicamente la esperanza del más allá porque este sea un lugar agradable para seguir viviendo.
Tiene que haber un lugar donde el hoy por ti y mañana por mí vuelva a cobrar significado.
Un lugar donde las ilusiones de los enamorados no sean pompas de jabón.
Tiene que haber una fiesta donde los amigos no sean sólo un traje de quita y pon.
Tiene que haber una noche bruja  que le ponga a dormir a la avaricia.
Tiene que haber  un amanecer donde los ideales despierten del sueño de los justos.
Tiene que haber una oficina siempre abierta, donde se respeten los derechos humanos y primen sobre los intereses mercantiles
Tiene que haber una papelera, grande como un mar, para tirar los miedos, las cadenas, las mentiras, las envidias que llueven las nubes del infierno.
Tiene que haber un tren que se lleve a los ególatras, los hipócritas, los tramposos, los crueles, los violentos, los necios, los tercos, los obtusos, los colmillos retorcidos del diablo.
Que  se  queden, los amantes, los distintos, los alegres, los honestos, los sinceros, los valientes, los despiertos. Los que levantan , los que siembran, los que construyen puentes. Los que queremos.

Tiene que haber un lugar, tan lleno de poesía, que tendremos que dejar de soñar para encontrarlo.


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