sábado, 26 de julio de 2014

ME DEDICO UN POEMA



Sí, me dedico un poema
hoy, dieciocho de un mes de un año cualquiera.
No un poema de amor desesperado
ni el que Byron dedicara a su amante,
tan bella como la noche.
Tampoco esos versos de vate contable
que se expiden generosos
como si fueran fríos cheques de amor.
Poemas al portador, que no nominativos,
que lo mismo los cobra la de enfrente, que yo.

Me dedico la gracia, yo que siempre escribí
para el amigo joven, para el amigo viejo,
el ruido y el silencio y las sombras y el sol,
los montes, las llanuras, los cielos, los infiernos
de hacerlo en esta tarde tan sólo para mí;
quien más que yo, ama mis ojos, mis cabellos
y mis pobres pestañas que luchan por vivir.
Quien teme más que yo el dolor de no verme,
de no estar junto a mí,
con la misma ilusión que cuando me conocí.
Quién mejor que yo conoce mis miedos más temidos,
mis sueños más soñados.
Nadie.
Por eso hoy, me regalo un poema
y el placer de elogiarme,
de tomarme un refresco,
de cuidar una luna, de parir un jardín,
de aprovechar el tiempo abrazada a mis brazos,
me dedico el descanso, los besos, las ternuras,
y el divagar delirante de la imaginación.

hoy, dieciocho de un mes de un año cualquiera,
hoy, me adjudico los versos que escribí para ti.



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